Las leyendas son cultura, son parte de la identidad de un lugar, cuentan verdades que no creeríamos y nos dicen un poco más acerca de dónde venimos, de donde nos encontramos, dicen que esas historias que pasan de boca en boca son las mejores, las más interesantes y las que nos encanta contar alrededor de fogatas, sigue leyendo y descubre algunas de las historias más misteriosas de Jamay.
- Un tesoro en Jamay. Hacienda Maltaraña.
Esta magnífica construcción de influencia francesa de tiempos del Porfiriato, salida de un cuento fantástico, parece que se transformó en algo mucho más misterioso, esta casona ubica en “La Palmita”, en Jamay, a orillas del río Lerma, fue en sus mejores tiempos casa de vacaciones del General Porfirio Díaz pues durante la primavera gustaba de visitar el estado y descansar en un espacio tranquilo y cómodo, pero no por eso menos espectacular.
Don Porfirio le obsequio la casa a su ahijada Cristina Cuesta, dándole así el conocido nombre de “La Bella Cristina”, un apodo más cariñoso y de gran significado y valor para la familia de ella y para Don Porfirio, sin embargo, aunque en su tiempo fue el orgullo y lugar de descanso de estos personajes, pronto se convertiría en el escenario de un saqueo terrible durante los tiempos tumultuosos, derivando en un abandono total cuando la familia Cuesta Gallardo fue desterrada, dejando atrás tan esta bella edificación. Sin embargo, hoy día este sitio es la morada de historias que pasan de boca en boca entre los habitantes de Jamay, pues hay quienes dicen que por la noche, se puede ver a una joven lamentándose amargamente, asomada por la ventana, añorando quizá tiempos más prósperos y tranquilos, dicen que algunas veces se la puede ver en el primer piso, cerca de la ventana, pero al siguiente parpadeo ya se encuentra en la planta superior, mirando hacia el río, con una expresión de pena, con los lamentos continuos.
Aunque no sabemos si esta joven vestida de blanco es la linda Cristina, lo que sí sabemos es que esta casa es un pequeño gran tesoro para los lugareños, pues cuenta no solo una, sino varias historias que hoy por hoy, son parte de la cultura de este poblado de la Ciénega.
· Una princesa en Jamay
Ya te contamos la historia de magnífica decadencia de Maltaraña, pero en este lugar, antes de ser habitado por la hermosa Cristina, existió una princesa de singular belleza que vivió en el lugar, la princesa Xamayaín, este nombre de origen Nahuatl, y se dice que el nombre del lugar tiene su origen en el nombre de esta princesa; se cuenta que esta joven pretendida por jóvenes de toda la región, decidió un día dar un baño en lo que ahora se conoce como el lago de Chapala, dicen los que saben que el lago, celoso de la belleza de la muchacha, formo un torbellino y se la trago, dejando nada más que una flor de Zazamol, una especie de nenúfar… al final ningún joven se quedó con el amor de la princesa, pues jamás la volvieron a ver.
¿Te imaginas ser tan bello que los dioses del agua se ponen celosos de ti? Tanto como para tragarte… interesante, ¿no te parece? Date una vuelta por la ribera del lago, y quizá si tienes suerte encuentres un nenúfar, un vestigio de la que fuera la mujer más bella de la región.
· Una cueva misteriosa… Toscano
Algunos valientes aventureros dicen haber visto al misterioso vigía del tesoro que se esconde entre montañas. Martin Toscano fue un famoso bandido por allá del 1700 en una época en donde los bandoleros eran muy comunes, eran tal su fama que fue fugitivo del gobierno de la Nueva España, bueno, incluso tuvo una compañera de atracos, la audaz María Jacinta Álvarez una bella mujer a la que llevo a vivir con él, algo así como Bonnie y Clyde… pero esta vida de crímenes no fructífero como él hubiera querido, al final fue encarcelado, colgado y decapitado, ¡incluso exhibieron su cabeza! Al final, cuentan los paseantes que han visto a Toscano deambular por los alrededores, vigilando no solo uno, sino varios tesoros, cuentan que algunos de sus mapas han sido encontrados y tienen la ubicación exacta para encontrar sus botines, no sabemos con certeza si alguna persona viva encontró alguna moneda o más, pero lo que sí sabemos es que la voz de Martin se escucha a lo lejos, susurrando no sabemos que, atrapado entre este mundo y el otro, entre la modernidad y sus tiempos de gloria, quizá si eres valiente y quieres intentar, dar vistazo por la cueva sea una buena idea, o no, pero lo que sí sabemos es que estos personajes quieren seguir siendo parte de la historia. Solamente recuerda, si Martin se manifiesta cuando estés en búsqueda de su tesoro, tendrás únicamente dos opciones, o te llevas todo el botín, o nada… y tú ¿te atreves?
· Algunos milagros en Jamay
Dicen que los mejores atardeceres de la Región Ciénega se pueden admirar desde el malecón de Jamay, y se dice también que las leyendas, los mitos y los milagros ocurridos en esas tierras, se respiran hasta en el nombre. Dicen que el Sacerdote Antonio Curiel, un clérigo generoso, llego a la localidad, cargado no solo de bondad, sino de dones muy particulares, milagrosos. Algunos ancianos cuentan que en alguna ocasión bendijo un pedazo de pan, que al ser cocinado en capirotada, alcanzo para alimentar a toda su familia y ser saciados, otros cuentan que convirtió una araña común en oro, ayudando así a una mujer necesitada, en fin que Antonio Curiel hizo en vida mucho bien al pueblo, fue una bendición para todos, y hoy en día sigue siendo una figura de adoración y gran devoción, pues los lugareños no pierden su fe, y siguen inculcando esta creencia en los más jóvenes.
Historias muy interesantes, ¿no te parece? Jalisco este lleno de ellas, algunas más alegres que otras, quizá, pero sin duda Jamay nos comparte emblemáticas creencias que son parte del colorido local, que inundan sus calles y se oyen de voz de su gente, andando por sus calles, si miras con atención, te darás cuenta de todos los susurros que emanan de cada espacio, si admiras sus atardeceres, un espectáculo que se funde con el lago de Chapala, momento en el que parece que el cielo y la tierra son uno solo, y la hora mágica aparece para dar lugar al manto estrellado que de tan bello, se refleja en el agua causando la envidia de todos.
No dejes de buscar un nenúfar, o de pasear por su malecón, aguarda y escucha lo que sus ancianos amables tienen para contar, prueba las delicias que las matriarcas de familia aprendieron de sus ancestros, respira la frescura del aire, y si te queda algo de tiempo, comparte con nosotros como te fue en tu visita a este pueblo de la ribera.
