Antiguo Egipto, ahí se preparaba con maestría una mezcla de cereales para deleite de chicos y grandes, desde que tenemos conciencia de ello, el pan ha estado presente en nuestra dieta, ya sea con un toque salado o neutro para acompañar nuestras comidas, o dulce, como postre o platillo principal si el humor nos lo permite.
Sin embargo, no es hasta el renacimiento que conocemos un antecedente mucho más sólido, pues los cocineros del viejo continente tienen el galardón, los españoles adquirieron sus conocimientos y gusto exquisito de manos de italianos y franceses, quienes destacan por su cocina, el arte de la panadería llega así a la ciudad de Guadalajara por medio del sobrino de uno de los conquistadores, introduciendo a la dieta de los habitantes algo que cambiaría la forma de comida habitual.
· La empanada en cuaresma
El origen de este pan tan delicioso realmente está envuelto en misterio, pues no se sabe con exactitud de donde surgió, pero hay quienes dicen que este pan fue traído por las monjas de Europa en el siglo XVIII, quienes ya habían modificado la receta al espolvorear azúcar en el exterior, ellas solían comerlas con más frecuencia en época de cuaresma, pues al parecer era más notorio su consumo.
El origen de su nombre es mucho más vago, pues a la acción de sellar las orillas para que el relleno no se derrame se le dice “empanar”, de ahí que se les llamen empanadas. Tiene lógica, sin duda, aunque lo que no se discute ni de broma es su sabor, su textura y lo emblemáticas que son de nuestro bello estado.
· Deliciosa tradición tapatía
Cuaresma, los días Santos se anuncian con vehemencia, los templos engalanados y a puertas abiertas, deseosos de recibir a fieles y visitantes curiosos, por igual, espacios de adoración que se han convertido en sitios de arte y cultura, de belleza arquitectónica inigualable, y en el perfecto escenario para ofrecer los suculentos panes dulces con tantos rellenos que la imaginación es el límite, las aceras listas, las mesas llenas, los panaderos con una sonrisa en los labios, los visitantes ansiosos por llevar a su boca este triángulo azucarado… el escenario mexicano perfecto.
Total, que un sinfín de empanadas están apostadas esperando a ser devoradas, fresa, piña, cajeta, zarzamora, cajeta, leche, camote, guayaba, manzana, nuez, ate de membrillo… y muchas más, pero también las encuentras con relleno salado como atún, picadillo, rajas y champiñones.
Hay para todos los gustos, y la masa es la misma, suave y un poco hojaldrada, está en su punto perfecto. Son perfectas para comer, cenar, desayunar, merendar o lo que sea, y seguro que, si no eres de aquí, vas a querer llevarte 2 o 3 kilos a casa para tener provisión, aunque quizá no dure más de la semana. ¡A comer se ha dicho! Las empanadas están esperándote para llenar tu paladar del mejor sabor y tradición tapatía por excelencia estos días Santos.
Ahora que ya conoces esta tradición tan sabrosa, lo mejor será que corras por unas cuantas, déjanos saber en nuestras redes sociales que te parecieron y cuál fue tu favorita. ¡Buen provecho!
