La cueva encantada en el cerro Chiquilichi

De historia en historia se crea el presente, vamos hilando un gran tejido que nunca tendrá fin, los colores se fusionan, los sonidos van mejorando, y el pasado toma nuevas formas en este nuevo mundo moderno.

¡Comparte con el Mundo!
Loading spinner

Nunca dejamos de asombrarnos, somos cuál niño pequeño, nos dejamos atrapar por las melodías que brotan de las lenguas de brujo, danzan y toman suertes nuevas ante nuestros ojos, vamos siendo con esas historias, tomamos lo que fue para que sea, nos reunimos como grupo, como sociedad… nos dejamos llevar.

·         Ojalá el tiempo tuviera piedad de nosotros

Se dice que la curiosidad mato al gato, y al Duque Ferdinand, eso es lo que se dice, pero opinamos que no mato a nadie todavía. Pues sabrás que hace mucho, mucho tiempo, un joven al que le fascinaba estar en busca de aventura y de lo desconocido, un buen día, un 2 de febrero, día de la Candelaria, este joven anduvo hasta el cerro Chiquilichi, justo a la entrada de la cueva encantada, los lugareños la nombraron así debido a que permanecía oculta y cerrada, solamente se abría y aparecía en fechas especiales, justo como aquel día.

Aquel joven curioso se acercó tanto que el resplandor lo baño por completo, era extraño, pues la noche estaba cayendo y no era plausible que estuviera iluminado con farolas, así que es muchacho valiente se adentró a la cueva, al entrar se quedó boquiabierto, perplejo, el lugar estaba lleno de tesoros, de oro, de piedras preciosas que eran las causantes de aquel resplandor tan luminoso.

Siguió caminando, hasta que se detuvo debido a la escena más inverosímil jamás pensada, un grupo de hombres sentados alrededor de una mesa, jugando a las cartas, sin embargo, sus movimientos eran bastante extraños, el joven se colocó detrás de una pila de monedas para observar sin ser descubierto, los hombres parecían charlar entre ellos, pero no se entendía lo que hablaban… extraño. Cada gesto, risa o sonrisa se movía a una velocidad de no creerse, como si el tiempo no fuera en ese sitio.

Durante 2 horas el joven estuvo observando, sin inmutarse, y en cierto momento reflexionó que ya era suficiente, así que salió disparado de camino a su casa. Pero… resulta que algo había cambiado, el camino era y no lo era, es como si algo hubiese cambiado, como si fuera su pueblo y no lo fuera, sin embargo, al acercarse a su casa se dio cuenta de que no salía ninguna luz, no encontró a nadie ahí, la casa estaba abandonada y en ruinas. El cansancio lo venció, termino rendido entre los escombros.  

En cuanto el sol hubo salido, el joven corrió para averiguar lo que pasaba, las cosas en el pueblo eran diferentes, las casas se veían distintas, todo era confuso. Entre cada pregunta parecían surgir más dudas, pero al final lo supo todo. Su familia había muerto hacía muchos años, y le contaron sobre el joven desaparecido un 2 de febrero, bajo circunstancias misteriosas, cabe decir, resulta que aquel joven era él. Resulta que aquellas 2 horas que había estado inmerso en la magia de la cueva no eran lo que parecían, fuera transcurrieron 200 años. El joven no envejeció, no sintió hambre, sus ropas eran las mismas.

Al final el tiempo jugo su partida de una manera poco convencional para algunos, pero conveniente para otros, depende de ángulo de donde se mire.

Dinos, querido lector, ¿te animarías a visitar esta cueva y adentrarte en sus misterios? Puede que te sorprenda, puede que no. Solamente vayas a donde vayas, recuerda que Jalisco es tierra de magia e historias inigualables.

¡Comparte con el Mundo!
Loading spinner