El norte de Jalisco, mucho se puede hablar sobre esta región, pero lo que nos trae hoy aquí es algo que cautivo nuestra atención y que nos dejó sin palabras, tanto así que estuvimos un par de días pensando, meditando y sopesando que de todo queríamos compartir contigo, querido viajero, estamos buscando mil y una maneras para que tengas la certeza de que nuestro estado es y siempre será la perla de occidente.
- Lo que esconde la Región Norte
Belleza arquitectónica y natural. Que combinación más exquisita, y es que hablar de esta región, es mencionar por fuerza casi impuesta por los dioses, de sitios que atrapan los sentidos, que entran por los ojos y tocan lo más profundo y delicado del alma, los templos e iglesias que antaño eran edificados para regocijo y sosiego de los fieles creyentes, plazas en las que se podía ver a las bellas mujeres tapatías con su andar melodioso, armónico, siempre en sincronía con la música que casi implícita sonaba en sus calles.
Espacios en donde los músicos tocaban cualquier son, con sus rostros alegres, mostrando sonrisas bonachonas, miradas que expresaban más de lo que se podía decir en palabras. Vidas que transcurrían con el latir de cada corazón, nunca más lento, nunca más rápido. Al compás. ¿Qué decir de aquellos vientos que se respiran? Esos que solo pudieron venir de un solo lugar, la colorida cultura plagada de magia de los Wixárika, de los consejos que los más sabios compartían, de las creencias tan asiduas… ¿Qué dirían los árboles si pudieran hablar? O que tal los valles, si acaso, nos gustaría escuchar sus narraciones extraordinarias.
Cuál debe ser. Uno de los destinos que no puedes perderte es San Martin de Bolaños, tierra de tradiciones cristianas que contrastan con la imagen wixa, con su paleta de colores tan vibrante y llena de magia… tan solo puedes soñar con tocarla en el aire, con sentirla en cada átomo, quizá si en algún momento llegas a pisar sus valles, puede que esa magia ancestral te devore y te transforme, haciendo que tus sentidos nunca vuelvan a ser los mismos.
Esta región tan caprichosa que antaño decidiera prosperar entre montañas, mesetas y valles, desafiando a los primeros dioses y tomando como estandarte la belleza que únicamente la madre naturaleza proporciona a sus más queridos hijos, riendo ante la dicha de las tradiciones que los pueblos nacidos de un chispazo de magia trajeron a la tierra de los mortales, regodeándose antes la cultura inigualable de quienes ocuparon sus lugares fértiles y de la mano del crecimiento, de la evolución tan propia del ser humano hicieron las paces y recibieron de un modo u otro a viajeros de tierras lejanas… para dar paso al nuevo mundo, con la ayuda del viejo mundo, floreciendo al final, y agradando eternamente.
Las Sierras, los ríos, las planicies… se alinean en una sincronía perfecta para albergar a los pueblos que el hombre ha construido. El alimento que la tierra y las manos trabajadoras y honestas ponen ante la mesa está deseosa, lista para ser probada por ti, por mí, por todos los que lleguemos con hambre, no solo física, sino del alma, con ganas de engullir su arte y cultura, con la premura de satisfacer los ruegos que solamente un pueblo jalisciense puede llenar.
Y para endulzarte, prueba la ambrosía de la región, lleva a tu boca un dulce de pitahaya y deja que tus papilas gustativas se vayan de fiesta. La Región Norte, es Jalisco y sin duda, Jalisco es el alma de México.
