Leyendas de San Juan de los Lagos, el lado misterioso 

Vamos conociendo una de las caras de este municipio, una cara misteriosa, quizá un poco oscura, pero también milagrosa, sigue leyendo y sumérgete en el misterio de San Juan de los Lagos.

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Caminos que parecen cruzarse con otros mundos, apariciones y milagros que no tienen una explicación con cabida en la lógica, estas son algunas de las historias que se cuentan de voces de los pobladores de San Juan de los Lagos, historias que de seguro te van a poner la piel de gallina y te harán cuestionar si todo lo que ven tus ojos es real, e incluso que es lo real… no pares de leer.

·         La oscuridad esconde algo en el camino  

Es bien sabido que los caminos son transitados por humanos, quizá por alguno que otro animalito, pero… resulta que los caminos a San Juan de los Lagos tienen transeúntes que no están precisamente vivos, no de la manera convencional al menos, resulta que durante las noches si andas por los caminos te puede que te encuentras uno que otro personaje, y es que los hubo que en vida, algunas personas fieles no pudieron cumplir con su manda por lo que no llegaron al altar de la iglesia, por lo tanto, no llegaron a culminar las promesas hechas, y ahora andan por el rumbo vagando.

Muchas historias se cuentan sobre eso, pero una en particular narra que hace años un joven fiel se dirigía a la iglesia y durante su viaje se encontró con una anciana que cargaba un costal bastante pesado, la mujer le pidió ayuda pues aquella carga era demasiada, así que el joven amablemente accedió y anduvo hasta llegar al altar, pero al darse vuelta la anciana no se encontraba con él, cuando el padre y el joven hablaron sobre lo sucedido, abrieron el costal y de este una marea de huesos humanos. Al fin la anciana estaba en tierra sagrada, y así al fin podía descansar.

La lección aquí es sencilla, si vas de noche por algún camino en dirección a San Juan de los Lagos, entonces te sugerimos que no te detengas, nada bueno saldrá de ayudar a los desconocidos que están en el camino.

·         Un visitante extrañamente galante

Hace mucho, mucho tiempo, se rumoreaba que, durante las ferias del pueblo en San Juan de los Lagos, se depositaba el dinero en cántaros que eran resguardados, puede que sea cierto o puede que no, es difícil de saberlo con exactitud, sin embargo, hubo quienes creían fervientemente que esto era cierto, así que no había limites que no cruzaran para lograr apoderarse de aquel botín.

En cierto tiempo, un hombre galante y guapo, bien vestido y con porte inigualable, llego al pueblo, argumentando que llegaba de España, y que estaba en espera de sus pertenencias y algunas otras cosas más. Era la envidia de los hombres y los suspiros de las damas, gustaba de pasear a caballo y hacer viajes por el pueblo, tenía una amabilidad deslumbrante que de verdad hizo que más de uno se cuestionara tal acción. Aquel caballero que, vestido con un traje de charro color negro, se paseaba en busca de un domicilio que adquirir, pero aún no sabía cuál terminaría siendo suyo.

Resulta que aquel hombre era un cazador de tesoros, cuyos rumores del México de antaño lograron cruzar el océano y cautivarlo, por lo que se hizo de una casa que era vecina de la finca en donde según los rumores se escondía el dinero de las ferias, con herramienta en mano comenzó a cavar hasta la casa de al lado, pero su sorpresa llego cuando asomo la cabeza, el dueño de aquella casa ya lo estaba esperando, pues el dueño pensaba que lo que buscaba era robarse a su esposa, y con machete en mano, sin pensarlo le corto la cabeza al hombre galante, pero este no cayó muerto, sino que su cuerpo huyo en el acto, dejando atrás su cabeza.

Lo buscaron, pero jamás encontraron el cuerpo, así que tan solo pudieron darle entierro a la cabeza. Y nada más. Se dice que, a partir de aquella noche, cuando la época de feria se instala en el pueblo, se puede escuchar al charro montando su caballo, recorriendo las calles por la noche, y hay quienes dicen que las mujeres tienen sueños extraños y que los hombres despiertan con menos dinero en sus carteras. Creen que aún sigue vagando y aseguran haberlo oído, cabalgando, con pena.

·         La tierra mágica  

Dicen los que saben que en el cerro de Las Bolitas había trozos de tierra blanca, que la gente mojaba hasta formar una especie de barro y se la untaban en el cuerpo alegando que tenía propiedades curativas, curando así sus enfermedades y malestares. Decían pues que tenía poderes, pues la Virgen solía hacer bolitas y jugar con ellas… dándole así un ingrediente extra poco esperado, ¿te imaginas? Un verdadero hallazgo.

·         Un milagro para los cirqueros

Se cuenta que, en la capilla del Primer Milagro, por allá del año de 1623 una familia Potosina cirquera estaba de paso en dirección a la ciudad de Guadalajara, en la familia había una pequeña niña quien durante uno de los ensayos esta cayó sobre una cama de dagas, fue declarada como muerta. La familia devastada, se disponía a darle sagrada sepultura, cuando una mujer indígena de nombre Ana Lucía les dijo que llevaran el cuerpo de la pequeña ante la Virgen, así fue como ella colocó la pequeña imagen sobre la niña y en el acto, la pequeña volvió a la vida.

El padre de la pequeña, el volantinero, estaba realmente agradecido ante aquel milagro, por lo que solicitó permiso para llevar a Guadalajara la imagen de la Virgen y que esta fuera restaurada, le fue concedido y el cometido se llevó a cabo. El trabajo fue realizado por unos trabajadores anónimos, y de hecho se cuenta que aquellos hombres eran ángeles, pues cuando quiso pagarles, estos se habían esfumado sin reclamar la paga. Y fue así como se corrió la historia de aquel suceso milagroso y la devoción hacia la Virgen creció sin parar.

Hay historias que existen para darnos lecciones, otras que perduran en el tiempo con el único fin de inmortalizar los sucesos que en su momento cimbraron el mundo, aunque algunos no lo percibieran, y otras historias son tan solo advertencias, pues aquello que se niega a morir seguirá acechando en las sombras, ¿realidad o ficción? Queda a criterio tuyo querido lector, por nuestra parte, hemos tenido nuestras buenas dosis de experiencias como para decirte de manera fidedigna, por algo las leyendas existen, son vestigios de lo que fue, lo mejor es tomar prudencia.

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