Con un acervo de aproximadamente 95 000 tomos, la Biblioteca Iberoamericana Octavio Paz, pertenece a la máxima casa estudiantil del estado de Jalisco, la Universidad de Guadalajara, dicho recinto fue fundado hace 30 años, en 1991, sin embargo, el edificio en donde tiene su hogar, ubicado en Plaza Universidad en el Centro de Guadalajara, es mucho más antiguo.
Este edificio neoclásico que data de hace 4 siglos fue el Templo del Colegio de Santo Tomás de Aquino. Fue sede central de la Compañía de Jesús, desde ahí coordinaron los esfuerzos de evangelización de la Nueva España. Ofreció educación gratuita y tuvo el apoyo de los pobladores del Valle de Atemajac, se mantuvo en pie hasta 1767, la orden jesuita fue expulsada del territorio por órdenes del rey Carlos III de España.
En diciembre de 1771, Fray Antonio Alcalde tendría como propósito fundar una universidad, 4 años más tarde y con respuesta afirmativa por parte del fray para con la cédula real enviado por el rey Carlos III, la labor comenzó. Y para noviembre de 1791 el rey Carlos IV de España promulgó una cédula real donde se declaraba la fundación de la Real Universidad de Guadalajara. La institución educativa funcionó a partir de 1793.
Durante los siguientes años, el recinto sufrió algunas modificaciones y fue testigo de muchos sucesos que pasaron a la historia y que, sin duda, cambiaron el rumbo de la ciudad. Por ejemplo, durante la Revolución Mexicana fue usada como cuartel general, y en cierto momento fue oficina de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
En 1925, durante el gobierno de José Guadalupe Zuno y el rectorado de Enrique Díaz de León, reapertura la universidad. Los artistas David Alfaro Siqueiros, Amado de la Cueva, Jesús Guerrero Galván, José Parres Arias, Alfonso Michel y Francisco Sánchez Flores realizaron una serie de murales que adornan la nave central, murales inspirados en la educación, el movimiento obrero y el socialismo.
El 19 de julio de 1991 durante la I Cumbre Iberoamericana es inaugurada la Biblioteca Iberoamericana, posteriormente se agregó el nombre del poeta, ensayista y diplomático Octavio Paz. Los jefes de estado de Iberoamérica acordaron en la Declaración de Guadalajara que en cada ciudad en donde se ejecute cada cumbre se fundaría una biblioteca dedicada a autores iberoamericanos. De 1992 a 2018 el director de este recinto fue el escritor Fernando del Paso. Desde 2018 la directora es la escritora Carmen Villoro. Nunca más orgullosos. ¿Cómo lo ves?
La ciudad de Guadalajara alberga edificios históricos y de belleza arquitectónica deslumbrante, con muros que cuentan una historia, que susurran a cada momento el pasado que fue y se niega a morir, y con la esperanza de un futuro que pinta maravilloso.
