Existe una leyenda que todos los pobladores de La Barca conocen, cuando nosotros la escuchamos realmente no esperábamos lo que nos dijeron, y así sucede a veces, escuchamos cosas increíbles que parecen sacada de libros, de cuentos infantiles o en realidad de historias de horror, pues no estamos seguros de lo que puede ser, pero ahí están, y existe una línea muy delgada entre realidad y ficción, por eso hoy trataremos de contarte de la mejor manera posible esta leyenda que circula por calles tan antiguas como hermosas.
- El Burro de Oro… ¿Existió?
Se cuenta que hace muchos, muchos años, vivió un hombre, que nunca hubiera imaginado que la suya sería una historia que se contaría por generaciones, y que las acciones que para él eran tan simples o cotidianas, como usar túneles que cruzaban el pueblo para pasar desapercibido o despilfarrar dinero a diestra y siniestra, pero así es, pues resulta que el General José Francisco Velarde a quién algunos llamaban el «El Burro de Oro» era un hombre sumamente adinerado, y se cuenta que tuvo hasta cincuenta mujeres, a quienes sacaba a pasear con trajes exactamente iguales, esto para evitar discordias, además pasaba revista a sus militares siendo tremendamente exagerado y exigente con respecto a la pulcritud de sus uniformes. Tenía toda una pléyade de sirvientes a quienes trataba con crueldad y aun así le tenían respeto, eso sucede muy poco en realidad, pero de alguna manera, él parecía tenerlo todo, incluso el respeto de quienes le servían, a pesar de las condiciones.
También cuentan que apoyaba con recursos al Emperador Maximiliano de Habsburgo cuando este trató de implantar el imperio en México, siendo aun Archiduque, pero renunciando al título para tomar el de Emperador, por esa razón fue fusilado en Zamora, Michoacán, pero antes les comunico a su gente más cercana y a sus sirvientes que cuando supieran que había muerto, se llevaran todo lo que pudieran de sus objetos de valor. Se cuenta que este personaje usaba tacones de oro, y se dice que no sabía escribir. Quien lo hubiera pensado. Como dijimos, se cuentan muchas cosas, se dice que las leyendas son parte inherente de nosotros, de nuestra identidad, de la forma en la que vemos y percibimos la vida, y como la vivimos en el día a día, y es cierto, dicen mucho de quienes somos.
