Hay lugares que no son lo que parecen, son espacios que dejan una fuerte impresión en cada uno cada vez que lo visitan, son difíciles de ignorar, son místicos y tienen una halo de misterio que fascinan, son mágicos, impredecibles, y claro, cuentan historias fascinantes sobre lo que fue, lo que queremos decir es que existen cosas que no podemos explicar, tan solo debemos vivirlas.
Ubicado en Calle Belén #684 en la Colonia Centro en Guadalajara, encontrarás el Panteón de Belén, un Museo Panteón, el panteón como tal fue inaugurado el 1 de enero de 1848, un decreto del 29 de octubre de 1896 ordenó el cierre del Panteón de Belén por razones de salubridad. El cementerio estaba infestado de muchos gérmenes. Fue cerrado efectivamente el 1 de noviembre del mismo año, sin embargo, el museo abrió sus puertas el 1 de enero de 2010.
- Un poco de historia
Conocido como Panteón de Santa Paula, ahora conocido como Panteón de Belén, fue construido por el arquitecto Manuel Gómez Ibarra, a solicitud del obispo Diego de Aranda y Carpinteiro. El Museo del Panteón de Belén es un muestrario de la arquitectura funeraria de diversas épocas, debido a su riqueza arquitectónica está protegido por el Instituto Nacional de Antropología e Historia y se considera como Tesoro Arquitectónico Nacional.
Los restos de muchos personajes destacados en la política, educación, ciencia, música y literatura fueron depositados en este panteón, cuenta con una capilla coronada, de influencia egipcia, que fuera antes el Mausoleo Central, donde se encontraban los restos de Hombres Ilustres Jaliscienses, pero, posteriormente fueron trasladados a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres. Este es un espacio cultural en donde se llevan a cabo conferencias y presentaciones sobre diversos aspectos de la historia de Guadalajara, se hacen recorridos en donde se narran las leyendas más destacadas, y durante la víspera de Halloween y el Día de Muertos se realizan presentaciones alusivas.
- El 36, un número… ¿Mágico?
Dicen los que saben que la vibración de las campanas del mausoleo central viajaban hasta las torres de la Catedral Metropolitana donde se replica el sonido, tanto el mausoleo como las torres fueron hechas por el mismo arquitecto. Una prueba mostró que el mausoleo rebota los sonidos a 36 hercios. Por ello se deduce que el mausoleo funcionaba como una caja de resonancia que ejercía una influencia en la torre sur de la catedral. Curiosamente, la torre sur es 36 centímetros más corta que la torre norte.
Existían documentos que decían que el camposanto media 180 por 180 metros, pero en realidad miden 144 por 144 metros, y como una curiosidad, si uno resta 144 de 180 se obtiene el número 36. Este número, el 36, se repite mucho en el camposanto y en otras partes de la ciudad, la imagen de Nuestra Señora de Zapopan también mide 36 centímetros… ¿Será una coincidencia? No lo podemos saber, lo que sí sabemos es que es un misterio que puede que nunca sea revelado.
No te muevas, pues en siguientes publicaciones te contaremos algunas de las leyendas que ahí viven.
