No sabemos con exactitud cuándo iniciaron los paseos en calandria aquí en Guadalajara, pero, fue a principios del siglo pasado, por allí de 1910, quizá más cerca de los años 20. Algo que se recuerda, no sin un poco de gracia, es que hubo a quien se le ocurrió pintarlas de amarillo y con las ruedas negras, un color que permanece en algunas calandrias, pero que curiosamente es el color de los taxis de Jalisco, ya sea en menor o mayor medida, no sabemos lo que es, solo que tiene una similitud con los taxis de Nueva York.
Ya que los colores se asemejan al de las aves calandrias, los tapatíos, ni tardos ni presurosos, decidieron bautizar a las carretas con dicho nombre, pero hay quien dice que tiene que ver más bien por los colores de la heráldica de la ciudad y del estado. Quizá nunca lo sabremos con seguridad.
Hoy día aún existen calandrias con caballos, pero hace poco aparecieron las calandrias eléctricas, en rojo y negro, que conservan muy bien el estilo, pero este modelo pretende darles una especie de jubilación a los equinos, quienes durante años han llevado a cientos de pasajeros a recorrer las hermosas calles de Guadalajara.
La experiencia de pasear en calandria es inigualable, y es que puedes hacerlo con familia, amigos, pareja… es un viaje versátil y diferente, que puede ser romántico, divertido, interesante, educativo, eso, es un tono que le podrás dar tú. La belleza histórica de la ciudad combinada con la modernidad, hace de este paseo un momento para recordar siempre, pues apreciarás las calles y edificios con parsimonia, es como si entraras a otra época.
Y si acaso ya te dejamos con las ganas, entonces debes saber que hay dos puntos importantes para que puedas disfrutar de un recorrido, primero está el Centro Histórico de Guadalajara, donde se encuentran “Los dos templos” en la Avenida Ramón Corona, ahí podrás visualizar la fila de calandrias y el segundo punto de interés es en la zona de Catedral, por la calle Hidalgo, fuera del Templo de Nuestra Señora de la Merced, y a un costado de Plaza Fundadores.
El recorrido tiende a durar de 30 a 35 minutos, pero sucede que llega a extenderse, durante tu paseo estarás acompañado por un calandriero que además es un guía certificado por la Secretaría de Turismo del Estado de Jalisco.
¡Anímate! No dejes pasar la oportunidad de dar un tradicional paseo en calandria por la ciudad, vas a enamorarte.
