No sabemos que es, pero nuestro estado está lleno de historias, de leyendas que giran en torno a tesoros escondidos, tesoros malditos, tesoros mágicos, quizás sean los sucesos que se desarrollaron en nuestro territorio, quizá sea la cantidad de personajes interesantes que pusieron sus ojos en nuestras tierras, o quizá sea solo algo fortuito y nada más, lo que sea, nos encanta escuchar cada leyenda que gira en torno a un tesoro, una cueva… y a veces algo más.
Una de las leyendas más conocidas en Villa Hidalgo es la historia de “la cueva de la garza”, está, dicen los que saben, se cuenta que a la medianoche, sin falta y de manera puntual, se abre la cueva y aparece un tesoro inmenso, lleno de joyas, objetos de oro y piedras preciosas, dicen que si algún alma valiente llegará a entrar a la cueva y tomará parte del tesoro, la presencia de un muerto se materializa indicando que se puede llevar todo o nada, no puede ser una parte, es literalmente un todo por él nada, pero, si aquel osado insiste en llevarse solamente una parte del tesoro, la cueva se cierra dejándolo atrapado.
Realmente sería una pena, sin embargo, nos deja pensando, ¿no es así? Puede que no siempre sea el mismo espíritu, sino que haya quien osara desafiar la indicación, y al quedar encerrado muriera ahí, tomando entonces el lugar del nuevo mensajero, es una posibilidad. Lo único que sabemos con certeza, es que donde el río suena… muchas cosas pueden ser.
