Se dice que en el antiguo Egipto siempre hubo un gran arraigo al río Nilo, es por ello por lo que el Año Nuevo surgió como parte de una celebración por la inundación anual que predecía que Sirio (la estrella más brillante del cielo), se volvía a hacer visible tras 70 días de ausencia.
Se creía que la estrella brillante marcaba la fertilidad de los terrenos agrícolas durante el siguiente año, así que se comenzó a realizar el festival Wepet Renpet, significa “la inauguración del año”. Este festival es algo así como el nacimiento y rejuvenecimiento de la comunidad y la celebración se llevaba a cabo a mediados de julio.
Además, se creía que en el reinado de Hatshepsut se celebraba la fiesta de la embriaguez debido a que Sekhmet era la diosa de la guerra y quería matar a toda la humanidad… agradable, sin duda. Por eso Ra, el dios del Sol, la engaño haciendo una fiesta para que bebiera hasta quedar inconsciente y así salvar la humanidad, y así es como los antiguos egipcios celebraban en honor a Ra, y el hecho de no haber exterminado a toda la humanidad.
Vámonos hasta las tierras altas y antiguas de Escocia, aquí el año nuevo se conoce la fiesta de Hogmanay, proviene de las invasiones vikingas y los antiguos rituales paganos, estos marcaban el solsticio de invierno. Su origen provenía de la celebración romana, el festival invernal de Saturnalias y Yule (origen de los 12 días de Navidad).
Una de las leyendas de estos festejos de Escocia gira en torno al fuego, ya que la celebración invernal pagana de los vikingos estaba encabezada por hogueras donde el fuego simbolizaba el renacimiento del nuevo sol, regresando a la tierra y venciendo los espíritus malvados que habitan la oscuridad. Poder encender ese fuego y mantener durante una noche oscura simbolizaba el vencimiento del mal.
Y de las tierras altas nos vamos hasta la antigua China, el Año Nuevo chino tiene sus orígenes hace más de tres mil años, donde la dinastía Shang celebraba el tiempo primaveral de la siembra. Cuenta una leyenda, que existió una criatura sanguinaria llamada Nian (que significa año) que se comía a los habitantes de las villas todos los días de Año Nuevo.
Esta criatura se dedicaba a aterrorizar a los lugareños y para librarse de ella se les ocurrió decorar sus casas con adornos rojos, prender bambú y hacer mucho ruido. Es así como surgieron las festividades actuales donde se disfruta de la danza del león y del dragón, se prenden fuegos artificiales y la gente se reúne a festejar. Esta festividad se realiza a finales de enero y principios de febrero, en la segunda luna tras el solsticio de invierno.
