Estamos ya en la 1.ª quincena del mes de octubre, mes que se pinta de manera más visible los colores otoñales, que la naturaleza nos regala, ya sea en tonalidades naranjas, amarillos, cafés, entre otros colores cálidos. Además de traer consigo temporada de nuevos frutos, cosecha de hortalizas, entre otros.
Una de las flores que identifican este mes es la flor de caléndula, esto debido a que su flor tiene a nacer con el inicio de este mes, como lo explica el significado de esta bella planta, el cual proviene de la palabra latina calendae que significa “primer día del mes”.
La caléndula, además de tener un delicioso aroma, así como un brillante color anaranjado digna de admirar en cualquier jardín, en la actualidad es bien conocida por sus cualidades medicinales, así como su uso en postres y distintos platillos, pero si viajamos un poco por el tiempo, los aztecas utilizaban la caléndula por sus múltiples propiedades tanto espirituales como terapéuticas, esto gracias a que fueron los exploradores españoles los que trajeron sus semillas.
Esta flor se ha convertido en un componente básico en cualquier botiquín natural, algunos de sus usos o beneficios son gracias a sus cualidades como cicatrizante, antiinflamatoria, antiséptica, antioxidante natural, calmante, analgésico, tanto en uso externo como interno y el cuidado y protección de la piel, esto debido a que contrarresta el efecto de los rayos ultravioleta y la contaminación.
Gracias a todos estos beneficios, esta planta puedes encontrarla en diferentes presentaciones con diferentes ingredientes ideales para lo que tú estás buscando y o estás necesitando, desde champús, cremas, desodorantes, bálsamos, aceites y como especie para ciertos alimentos o decorativos para repostería o ensaladas.
Pero poder preparar tu propia receta casera de bálsamo regenerador y calmante de caléndula es sencillo y práctico.
Ingredientes:
- 1 taza de aceite de oliva, almendras o coco.
- 6 gramos de cera de abeja.
- 1 cucharada de flores de caléndula frescas o secas (entre más flores más concentrado quedará).
- 1 frasco de vidrio.
Paso a paso:
- Limpia bien las flores que vamos a utilizar, asegúrate de que no tengan pequeños insectos o bichos.
- Utilizaremos un frasco de vidrio donde pondremos las flores las cuales cubriremos con el aceite (Dato: si es de coco, fúndelo primero) posteriormente coloca el frasco a baño maría a fuego bajo.
- Posterior a eso deja macerar la mezcla aproximadamente 15 minutos, toma en cuenta que la temperatura del aceite no supere los 40º, revuelve de vez en cuando.
- Ahora apaga el fuego y deja reposar unos minutos.
- Para terminar, cuela la mezcla con una tela fina y aprieta hasta extraer todo el líquido.
- Posteriormente, vierte el aceite macerado de nuevo en el frasco de cristal al baño maría y añade la cera de abeja. A fuego bajo, remueve la mezcla hasta que la cera se derrita e integre por completo.
- Deja enfriar y listo ya está listo para utilizarlo
Sin duda es una bella flor que tiene amplias cualidades de las cuales podemos aprovechar.
